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El problemas de las escuelas de arquitectura es la enorme cantidad de tiempo que se destina al aprendizaje de los instrumentos, ‘el como hablar’. Cuando el verdadero problema, al enfrentar la posibilidad de una obra, no es como hacerla, sino ‘qué decir con ella’.

LA ARQUITECTURA ES UNA HERRAMIENTA, EL LUGAR DESDE DONDE COMO INTELECTUALES, CONSTRUIMOS CULTURA, TRANSFORMAMOS LA REALIDAD.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PENSAMIENTO
Construir cultura supone una actitud comprometida con el tiempo y el espacio en el cual nos toca vivir. Desde la arquitectura como herramienta, nuestra visión es comprometida, la arquitectura no es un oficio, en todo caso el manejo del oficio es una condición mínima para poder operar, no somos profesionales, somos intelectuales y nuestra reflexión se hace desde un lugar específico, una región y en un tiempo preciso, la contemporaneidad.
No somos artistas, las obras no son un fin en sí, somos seres sociales y formamos parte de un colectivo que a través del tiempo explica y transforma el sitio en que vive desde la arquitectura, el lugar que elegimos. La arquitectura tiene valor en la medida que haga un aporte que transcienda a la obra específica. La arquitectura es una herramienta de opinión.

LA REALIDAD COMO POSIBILIDAD
Quizás sea esta la más decisiva operación intelectual que nos debemos desde Sudamérica para entender el sentido profundo de nuestra construcción cultural.
Acostumbrados a medirnos desde modelos externos, revisando nuestras certezas desde la mirada de otro, definiendo nuestro ser en relación a lo ajeno, en su comparación.
No hablo aquí de la actitud de resistencia que claramente definió la posición Latinoamericanista hace treinta años sino de entender nuestra construcción cultural en el marco de la globalidad con herramientas propias.
En términos específicamente urbanos y arquitectónicos no revisar ni construir nuestras certezas a la luz de discusiones producidas en otros lados del mundo cuyo excedente productivo y producto bruto por habitante distan definitivamente del nuestro.
“Menos es Más” es la opción por quedarse con poco, desde la cultura de la abundancia; construir arquitectura con lo que tenemos, entender nuestra realidad como posibilidad, significa darle a nuestros recursos técnicos y humanos una dimensión trascendente, casi poética.

NUEVO EQUILIBRIO DINÁMICO
El mundo se reordena según nuevos paradigmas en el inicio de este nuevo siglo.
Sistemas aparentemente confirmados no logran estabilizar ni menos contener la inmensa diversidad mundial que día a día establece nuevas alianzas y reagrupamientos del más diverso orden. El ordenamiento mundial bipolar que finaliza con la caída del muro de Berlín deja por un lado un sistema, el capitalismo, que expresa el modelo establecido, y por otro lado una gran cantidad de excluidos del sistema mundial oficial, que devienen en una serie de estallidos político-económico-religiosos que como llamadas de alerta expresan la condición de no estar contenidos en el nuevo orden.

Este nuevo ordenamiento se expresa en una estructura mucho más compleja donde por un lado se afirma una potencia Económica – Bélica – Política y por otro un sistema de regionalización de los estados nacionales que se agrupan en unidades político – económicas – culturales, para establecer relaciones mundiales más equilibradas en términos de poder.
Simultáneamente a este fenómeno algunos países asiáticos crecen a un ritmo exponencial mientras otros del continente africano quedan virtualmente fuera del mundo.

Estas nuevas unidades culturales y económicas establecen nuevas relaciones de poder e intercambio por sobre los estados nacionales.
Sudamérica ha avanzado muy lentamente y en particular nuestro país recién en este último tiempo se ha movilizado en favor de la constitución de un polo regional.
La profunda crisis que hemos atravesado, expresa claramente la falta de una construcción real de escala nacional, como también la ausencia de un proceso de acumulación de políticas de estado hacia un destino regional que nos favorezca.

Imagen satelital fotomontada del mundo de noche, la ecumenópolis terrestre: por primera vez en la historia más del 50% de la población mundial vive en ciudades. Craigh Mayhew y Robert Simmons, NASA GSFC, basada en datos DMSP, NOAA Nacional Geophysical Data Center.

LA REGIÓN, LUGAR DE CONSTRUCCIÓN CULTURAL
La globalización plantea la necesidad de desarrollar y fortalecer el lugar de la región como la mejor manera de establecer nuevas relaciones e intercambios con el mundo.
Es desde los modelos culturales, profundos y positivamente locales que se establecen las mejores estrategias de vinculación con un mundo regionalizado y global.

La opción por la región implica el convencimiento de la necesidad de reconocer un lugar de pensamiento que nos es propio, que excede la actual coyuntura político económica y reconoce en el territorio sudamericano un mismo espacio compartido, expresado con un conjunto de paisajes, creencias y culturas comunes.

El fenómeno de las miradas particulares que propone el joven cine Mejicano y Argentino, entre otros son una clara expresión del alto valor cualitativo de una expresión local en una civilización global.
La noción temporal, el otro componente fundamental que contiene esta mirada, expresa la contemporaneidad como cualidad de nuestro tiempo.
Lo complejo, como síntesis de lo múltiple, lo leve como expresión de lo virtual y lo instantáneo razón de lo conectivo expresan el sentido profundo de este momento.
La región entonces, refiere a la calificación ideológica del espacio, la contemporaneidad por otra parte a la adjetivación del tiempo.

La red de ciudades de Sudamérica en una imagen satelital nocturna (fuente íbidem) y su vinculación electrónica (fuente: http://www.visualcomplexity.com) con el resto del mundo en 1993. En lugar de establecer nuevas relaciones entre personas y lugares de producción, como en la revolución agrícola, o entre personas y máquinas en la revolución industrial, el mundo global digital reconstruye las relaciones entre las personas y la información; la capacidad de esta conexión posibilitará nuevas construcciones sociales y modelos urbanos.

LA UNIVERSIDAD UN ESPACIO DE TRANFORMACIÓN
Los modelos culturales que se plantearon desde la apertura democrática en nuestro pais, oscilaron en brevísimo tiempo entre los paradigmas de la Socialdemocracia Europea y el Capitalismo Norteamericano. Modelos que atravesaron profundamente la sociedad llenando de las más variadas aspiraciones, la construcción de los mitos colectivos que toda sociedad necesita para vivir. La universidad tiene en ese sentido un rol estructural en el destino de una comunidad ya que fundamentalmente es el lugar donde se aprende a pensar.
Formar una visión crítica, esto es profunda y comprometida en la construcción de un pensamiento propio, es uno de los roles ineludibles de esta institución.
Hacer una lectura crítica de los modelos culturales que subyacen a las distintas políticas de estado es el mínimo punto de partida, para la construcción de un pensamiento posible hacia el futuro.

A la lectura centro – periferia que dividía el planisferio en Norte – Sur debemos incorporarle otra que la atraviesa en forma transversal y la complejiza.
Simultáneamente en distintos países e independientemente de su rol mundial, se produce en términos culturales, por un lado un fenómeno de afirmación de valores identitarios y por otro de referencia a valores genéricos globales. En un caso se define como la vocación por construir una mirada, que refiera a una cultura específica como expresión de un saber colectivo y por otro a aquella que confirma por sobre todo el valor de lo genérico, lugar simultaneo de todos los lugares, en definitiva de ningún lugar.

NUEVOS MODELOS DE ENSEÑANZA
El rasgo de lo cualitativo sobre lo cuantitativo es quizá uno de los principios que mejor expresa el sistema de nuevos valores de la cultura contemporánea.
El fenómeno de las mega-cátedras entra en crisis con la caída de los grandes relatos explicatorios que devienen del movimiento moderno.
La noción de un espacio fuertemente personalizado orientado por un profesor prestigioso cuya obra opera como valor referencial para sus docentes y alumnos entra en crisis.
El agotamiento de los discursos totalizadores vinculados a modelos organizacionales que encadenan decisiones desde arriba hacia abajo provoca la necesidad de revisar los modelos de enseñanza.
El taller será entonces, un lugar que asume un compromiso de construcción cultural, de carácter colectivo, de impronta generacional joven, que construya nuevas certezas desde una comprometida mirada regional y contemporánea.
La presencia de profesores de la región, arquitectos de joven generación de Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, junto a otros de Rosario, Córdoba y Buenos Aires entre otros favorecerá el intercambio de opiniones en un ámbito que se plantea como “escenario de aprendizaje”

La experiencia de trabajos colectivos con alumnos de otras Facultades de la Región (mecánica pedagógica desarrollada ininterrumpidamente desde hace seis años) favorecerá la formación de una mirada crítica propia.

Seguros de que lo complementario es un atributo que supera lo igual, dinamiza y encuentra en lo otro y en su distinción, la confirmación de su propio valor.

Taller de proyecto en el ciclo internacional SOS Ciudades.